Ballantine´s es uno de los blended whisky escoceses más vendidos del mundo, que sin embargo, tiene su origen en un hombre modesto que nunca llegó a ponerle el apellido a su destilado: George Ballantine. La marca nació bastantes años después de su muerte. Ni él ni sus sucesores, jamás utilizaron el apellido de la familia como marca.

            Su éxito vino de la mano del grupo Hiram Walker Gooderham & Worts, que además de comercializarlo en una botella específica que se ha mantenido hasta nuestros días - levemente rectangular-, introdujo como escudo de marca, la bandera escocesa junto con los cuatro ingredientes más importantes para un whisky: agua, cebada, el alambique y la barrica de roble.

            Es un whisky equilibrado y suave, con una legión de adeptos.

           

Notas de Cata

            Color: Oro pálido.

            Nariz: Hierba fresca, recuerdos de vainilla, miel y cereales.  Ligeros toques ahumados

            Cuerpo: Ligero, con ciertos toques cremosos.

      Boca: Recuerdos de caramelo, miel y cereales en un justo equilibrio sin estridencias. Es un whisky que invita a beber.

 

    La isla de Islay, conocida también como “the Queen of the Hebrides” dispone en la actualidad de 8 destilerías en producción, algunas, como de Bruichladdich, recuperadas hace pocos años. Los whiskys de malta de Islay se caracterizan por sus sabores marinos y acentuados por la utilización de una turba con restos de algas, para el secado de la malta.

    Una de las destilerías más prestigiosas y a su vez la más antigua documentada, es la de Bowmore, de la que hemos tenido oportunidad de catar en estas páginas algunos de sus destilados. El que hoy presentamos, de reciente lanzamiento para el canal viajero (básicamente duty free) es el Bowmore Surf.

    Para el maestro destilador, éste nuevo destilado sin añada, es un tributo al mar, al océano Atlántico, que con su poderosa influencia en una isla sin apenas superficie arbórea y escaso relieve montañoso, ha conseguido unos maltas únicos, por la doble conjunción de dos factores: el primero impregnar la turba de un carácter marcadamente salino, lo que se traducirá en el ahumado característico –yodo, brea…-; y el segundo, la cercanía al mar de las destilerías, impregnarán de esos aromas marinos al parque de barricas, que por el juego de la dilatación, absorberán parte de estos –salinidad, brisa marina, …-.
 
    Este whisky ha madurado en barricas de roble que han contenido únicamente bourbon. Es una buena introducción a los Islay malts.
    
    
Notas de Cata

    Color: Caramelo
    Nariz: Ligeramente ahumado, con toques de brisa marina y piel de limón
    Cuerpo: Ligero.
    Boca: Entrada suave y ligeramente dulzona, muy equilibrada, cálida. Toques de roble, vainilla y bocanadas salinas finales. Final largo.

La destilería Buffalo Trace –Frankfort (Kentucky)- se sitúa junto al río Kentucky, en terrenos del antiguo camino que recorrían las manadas de búfalos al cruzar el río, y que luego sirvió de sendero para los pioneros que colonizaron el oeste americano. De ahí el nombre “Buffalo Trace”.

Buffalo Trace es una de las destilerías más antiguas de USA, y que, incluso, durante la Ley seca, no dejo de producir, si bien únicamente se le permitió su elaboración con “fines medicinales”.

    El whisky que hoy presentamos, es un tradicional bourbon,  elaborado con los mejores granos de malta de maíz, centeno y cebada, introducidos en barricas nuevas de roble  previamente tostados durante años, y envejecidos en los antiguos almacenes de la compañía, hasta el punto óptimo de madurez.

    En la destilería se producen otros bourbons famosos como el Blanton´s y el George T. Stagg, de edición limitada, ganador de multitud de premios.
    
    
Notas de Cata

    Color:  Ámbar con reflejos con reflejos cobrizos
    Nariz:  Aromas de miel, vainilla, caramelo y piel de naranja confitada
    Cuerpo: Medio
    Boca:  Entrada picante –pimienta-, sabor especiado, recuerdos de tabaco de pipa, cereales dulces y vainilla.