Variedades: Garnacha y Tempranillo

Cata

No es fácil que un vino sorprenda cuando catas muchos y además que esté rico, que apetezca beber una segunda copa. Y el Confesionario, cepas viejas en secano de 80 a 90 años, tiene un hermano mayor de cepas de 110 años que cataremos, está realmente bueno.

Mucho color y gran expresión frutal. La fermentación carbónica, esto es, con granos enteros del 50% de la uva tiene mucho que ver. Fruta negra, frambuesas, zarzamora, ciruelas… Elegantes notas de la madera francesa, vainillas, especias… apenas dos meses de crianza en barricas nuevas más la maloláctica también en madera, hacen de este vino una opción, difícil de encontrar pero a un pvp excelente que merece la pena conocer. Elegante, bebible, fresco…

Maridaje

Botella borgoñona y etiqueta sencilla y elegante para este tinto roble. Perfecto con unos embutidos ibéricos o un buen queso manchego curado, como lo tomé personalmente. También con carnes rojas, caza o platos de cuchara, unas alubias de Tolosa, por ejemplo.